Japón lidera gestión para explotar litio en Bolivia

Una delegación visita el país para demostrar su interés de participar en el proyecto del Gobierno
 

Constructores de automóviles de Japón adelantan gestiones para asociarse con Bolivia en la producción de litio en Uyuni (Potosí), considerada una de las mayores reservas del mundo del energético del futuro que promete revolucionar la industria automotriz. 

Una delegación de la transnacional Sumitomo y legisladores japoneses visita el país para demostrar su interés de participar en el proyecto del litio que lleva adelante el presidente Evo Morales, dijo ayer el director General de Minería, Freddy Beltrán. Se trata de una visita "protocolar" que también está integrada por legisladores japoneses, dijo. 

Sumitomo Corp anunció que comprará todas las acciones de la estadounidense Apex Silver en San Cristóbal, la mina de plata más grande del país ubicada a 40 kilómetros del Salar de Uyuni, donde, según se estima, las reservas de litio llegan 40.0000 millones de toneladas. "Ellos (Sumitomo) están a un paso del yacimiento", dijo Beltrán. 

"Lo que hace correr a las empresas es la visión del gobierno de industrializar el litio en el país" pero tanto Sumitomo, Mitsubishi, como la francesa Bolloré aceptaron participar en un "comité científico" y apoyar los emprendimientos bolivianos, explicó. 

También Brasil, Japón, China, Corea del Sur, Francia y Rusia manifestaron su interés en el litio. Pero Morales decidió revertir la vocación histórica del país y apuesta a fabricar en Bolivia las baterías de litio para la telefonía celular aunque el uso en la industria automotriz como sustituto del petróleo representa el mayor potencial. 

Beltrán explicó la política del Gobierno de Morales contra la pobreza es revertir la condición de exportador de materia prima y convertir al país en industrializador: primero fue la plata, después el estaño y ahora el gas natural. 

"Esa historia tiene que cambiar, no es posible que no fabriquemos ni un alfiler", señaló Beltrán. 

Evo Morales nacionalizó los hidrocarburos en 2006 y su mayor apuesta ahora es la industrialización del gas y busca socios para ello. 

La industria automovilística mundial trabaja para dejar de lado al petróleo e investigan en varios frentes, desde los combustibles denominados "bio" (combustibles) hasta el hidrógeno pasando por los coches eléctricos. Ésta última es la opción de más éxito, pero su limitada independencia (sólo pueden recorrer alrededor de 60 kilómetros) ha reducido su uso. Ahora, los fabricantes han encontrado una promesa en las baterías de ion-litio, las mismas que utilizan los teléfonos móviles y los ordenadores portátiles. 

Con una inversión de 6 millones de dólares, el Gobierno puso en marcha en abril del año pasado la construcción de una planta piloto que comenzará a producir de forma experimental carbonato de litio en 2010. 

"Es la primera de seis fases, queremos experimentar con tecnologías para obtener litio de las salmueras. Después se montará una planta industrial a mayor escala que podría estar operando en 2014", aseguró. "El momento en que se necesario apoyo para la industrialización buscaremos socios". 

La planta piloto en Río Grande, cerca del Salar de Uyuni, a 380 kilómetros al sur de La Paz, tiene un avance del 30% y estará finalizada a fin de año, dijo por teléfono a la AP el encargado Marcelo Castro. 

Con 12.000 kilómetros cuadrados, el Salar de Uyuni es uno de los mayores desiertos de sal del mundo, situado cerca de la frontera con Chile. También es uno de los mayores destinos turísticos. 

Los precios del litio en el mercado se dispararon de 200 dólares la tonelada hace unos años a 3.000 en la actualidad. 

En 2004 el Gobierno de entonces canceló su concesión a la empresa de capitales chilenos Quiborax que explotaba ulexita en el salar de Uyuni. 

La compañía inició un juicio al Estado boliviano. 

La nueva Constitución aprobada en referendo el 25 de enero otorga al Estado el control de los recursos estratégicos.

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