La salud pública sigue siendo un tema pendiente en Bolivia

La salud en Bolivia podría entrar en
coma.

En los últimos años, el acelerado
crecimiento de la población ha dejado al Estado con más aprietos que soluciones
en el tema, ya que se han creado distintos seguros sociales, sin aumentar ni el
presupuesto ni los recursos necesarios para el servicio.

La deficiencia se notó de manera
alarmante el pasado marzo, cuando en Santa Cruz colapsó el sistema de salud,
debido a una epidemia de dengue. Escenas desgarradoras de gente botada en
pasillos y niños esperando ser atendidos en camillas desnudaban una terrible realidad.
Hace algunas semanas el tema volvió a exigir atención, ya que superada la epidemia,
se evidenció que era necesario tomar medidas cuando la televisión local mostró
imágenes de recién nacidos en lavanderías de la maternidad pública de Santa Cruz.
En Bolivia, la salud es un privilegio de pocos.

Aunque en los últimos años, con el
apoyo de gobiernos extranjeros se ha mejorado bastante, todavía hay poblaciones
lejanas donde la gente no conoce a un médico. En las ciudades principales, el tema
empeora por la migración interna. Aunque en 2008, la Unicef felicitó a Evo
Morales por reducir la tasa de mortalidad infantil en un 43%, el país continúa siendo
el tercero de la región en muertes de niños menores de cinco años. El director del
hospital Japonés de Santa Cruz, Freddy Gutiérrez, explica que el problema no es
tanto de infraestructura, sino de personal. Se supone que el Gobierno
desembolsa dinero, sin embargo el problema radica en que son los gobiernos
municipales los que deben administrar los servicios de salud pública y no lo
hacen. Además, en los últimos cuatro gobiernos se han creado seguros gratuitos para
personas de la tercera edad, madres e hijos menores de cinco años, y se espera crear
más beneficios para llegar a casi toda la población.

Sin embargo, no se ha dotado de más
personal, recursos, ni mejor infraestructura a los centros de atención médica.

  1. No trackbacks yet.

Deja un comentario